Hoy en día es muy frecuente la utilización de la terapia frío calor para tratar los procesos inflamatorios causados por algún tipo de trauma (golpes, fracturas, cirugías, entre otros), pero a menudo no se tiene idea qué efectos va a tener sobre la lesión; por esta razón, surge la duda de qué es mejor aplicar en cada caso ¿Calor o frío? ¿Resulta bien la manta eléctrica? ¿Puedo colocar una bolsa de hielo?
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Ante estas interrogantes, solo podemos aclarar que la aplicación de la terapia de calor y frío, no constituyen por sí sola un tratamiento, pero se reconoce su efectividad como complemento terapéutico, con la ventaja de que, al mismo tiempo es posible implementar en el hogar.
La única condición es saber en qué caso colocar frío o en cuál debe usarse el calor, y para saberlo, traemos este artículo, donde verás cómo funciona la terapia de frío y calor para desinflamar, y así puedas aprovechar adecuadamente los beneficios de esta potente técnica.
¿Qué es la terapia frío calor?
La terapia frío calor mayormente conocido como termoterapia (calor) y crioterapia (frío) respectivamente, consiste en aplicar frío o calor con fines terapéuticos en partes del cuerpo que han sido afectadas por un traumatismo como, por ejemplo: el desarrollo de la fibrosis post-quirúrgica. Se trata de un tratamiento que puede realizarse solo o como parte de un proceso de recuperación del tejido afectado.
Existen diferentes formas de aplicar la terapia frío calor, la cual está condicionada de acuerdo a la patología del paciente, con esto se quiere decir que, se debe tener en cuenta si es realmente necesario o no una u otra, ya que los efectos fisiológicos que produce el calor son distintos a los que produce el frío, por lo que debe emplearse en diferentes circunstancias.
Aunque por lo general, lo que busca la terapia de frío y calor es la rehabilitación del tejido, aliviar la presión sanguínea y crear un efecto analgésico y relajante; pero si es aplicada correctamente y de forma profesional, se convierte en una herramienta curativa para ciertas afecciones, especialmente aquellas que involucra los músculos.
Efectos de la terapia frío calor
Los efectos de la terapia frío calor, varían de acuerdo a lo que ese elemento puede causar en el organismo o zona a tratar.
Efectos del frío
La colocación de frío o enfriar la piel directamente después de una lesión o cirugía hará qué:
- Se desacelera el flujo de sangre a medida en que se contraen los vasos sanguíneos.
- Al desacelerarse el flujo sanguíneo, también disminuye el flujo linfático que llega a la piel, lo que se traduce en una “menor inflamación”.
Por otro lado, el frío hará disminuir el aporte de nutrientes importantes como el oxígeno, glóbulos blancos y proteínas que son necesarias para el proceso de recuperación de la lesión. No sólo eso, también puede verse afectada, la capacidad para combatir infecciones y los mecanismos normales de defensa pueden comenzar a fallar.
Con esto en mente, debes saber que el uso prolongado del frío, no permite la correcta recuperación e incluso puede causar lesiones aún mayores como quemaduras o congelación de la zona tratada.
Efectos del calor
Por su parte, el calor es más recomendado para quienes presentan dolores crónicos, ya que al generar un efecto opuesto (mayor flujo de sangre), permite que haya una recuperación más acelerada.
- Efecto vasodilatador: el cual favorece el flujo de sangre en la zona tratada, dejando un efecto analgésico que ayuda a minimizar dolores y molestias. Además, favorece la nutrición de los tejidos y acelera el proceso de eliminación de toxinas del organismo.
- Efecto relajante y sedante: con la aplicación de la termoterapia, se produce un efecto de relajación ideal para el tejido muscular, ya que evita los espasmos y alivia la fatiga.
- Además, ayuda a reducir la producción excesiva de colágeno (evita la formación de fibrosis) y aumenta la producción de la proteína que le aporta flexibilidad a los tejidos (elastina) por lo que músculos, los tendones y la fascia se tornan más flexibles.
No obstante, existen algunas contraindicaciones en cuanto a la terapia de calor, la cual puede ser usada siempre y cuando la persona o paciente no tenga fiebre, dado que su uso elevaría más la temperatura corporal. Por otro lado, este procedimiento debe ser controlado por un profesional, ya que puede producir efectos secundarios como una baja de tensión, mareos y quemaduras.
Cómo se hace la terapia frío calor
La terapia frío calor aplicada en zonas que presenten algún tipo de trauma (intervención quirúrgica) es la más común para calmar y mejorar la condición. Pero cuando se recurre a ella en el hogar, muchas veces no sabemos cómo hacer terapia frío calor o cuándo es adecuado aplicar una u otra.
La diferencia radica en si la lesión o cirugía ha sucedido hace menos de 48 horas, o se trata de una molestia que padeces desde hace más tiempo.
Crioterapia post lesión o cirugía
Si has sufrido una lesión o has tenido una intervención quirúrgica, lo ideal es colocar frío en las primeras 48 horas desde que aparece el dolor. Al aplicar frío, se reduce la inflamación.
Se debe aplicar frío sobre el área durante 48-72 horas; colocando el implemento conductor de frío (bolsas de hielo, paquete de gel frío calor, cremas o aerosoles fríos, entre otros) cubierto con una toalla y dejando actuar durante 20 minutos moviéndolo cada 20 minutos para abarcar toda la región afectada.
De ser posible, es necesario elevar la zona a tratar (en caso de cirugía abdominal no); de esta forma también se ayuda a disminuir la hinchazón, la contractura muscular, calmar el dolor y favorecer la recuperación.
Termoterapia para calmar el dolor prolongado
La terapia de calor dilata los vasos sanguíneos y facilita la circulación, lo cual alivia el dolor y también contribuye a la recuperación de la movilidad muscular, ya que relaja los tejidos y reduce las molestias.
Esta terapia es adecuada para calmar inflamaciones producidas por el desarrollo de la fibrosis post quirúrgica, ya que ayuda a mejorar la rigidez muscular, porque logra incrementar la elasticidad del tejido.
Para realizar la termoterapia, se debe contar con algún conductor de calor como las almohadillas eléctricas o para calentar en microondas, bolsas químicas, compresas, cremas térmicas como el Gel Post-Operatorio CIRULAB, entre otros y debe utilizarse a una temperatura que no supere de los 34 a 36 grados por al menos 30 minutos según el caso.
Conclusión
Con todo lo anterior, podemos asegurar que la terapia frío calor bien aplicado es un grandioso complemento terapéutico; no obstante, si no consigues una mejoría después de varios días utilizándola, debes consultar de inmediato a tu especialista de confianza.