CategoriesBlog

¿Qué son seromas y cómo tratarlos?

Muchos pacientes al prepararse para un procedimiento quirúrgico, han tenido la duda sobre qué son seromas, ya que han oído hablar de ellos con quienes lo han padecido. Para algunos puede resultar un tanto desafiante, ya que nadie quiere sufrir en menor o mayor medida, alguna complicación durante o después de su intervención.

Los seromas básicamente son una complicación frecuente en lesiones o principalmente en cirugías plásticas; en este caso, dicho problema está enteramente relacionado con las operaciones de aumento o reconstrucción de senos y con las intervenciones abdominales como liposucción, abdominoplastia, entre otras.

Pero sin importar la gravedad de esa complicación, estas pueden tener repercusiones sobre el resultado de cualquier intervención. Por esta razón, en este artículo, queremos explicarte qué son, por qué se produce y cómo tratar los seromas.

Qué son seromas y como tratarlos

Qué son seromas

Los seromas son la acumulación de fluidos serosos bajo la piel o entre los tejidos, que forman una zona inflamada y abultada. El líquido seroso se caracteriza por parecerse al suero, es de color amarillo pálido o transparente. Generalmente no contiene células u otras sustancias, sin embargo, pueden presentar restos de sangre y otros materiales.

Esta afección suele aparecer tras la disección del tejido en los espacios que quedan sin cerrar. Por eso, se reconoce que es una complicación muy frecuente en la cirugía plástica, debido a que muchas veces se efectúan grandes separaciones del tejido, como los que se realizan en la reconstrucción de mamas o en una abdominoplastia.

Causas de los seromas

La mayoría de los seromas suelen aparecer durante las dos semanas posteriores a la intervención quirúrgica, y normalmente el líquido acumulado es reabsorbido naturalmente por el organismo; pero como los vasos y los ganglios linfáticos se encuentran alterados, no tienen la capacidad de reabsorber con normalidad el líquido seroso acumulado.

La principal razón es la separación que se realiza entre el tejido muscular y la hipodermis (que es la capa más profunda de la piel); haciendo que se forme una cavidad o bolsa en la que se acumulan fluidos. Con este tipo de intervención, es muy común que se dañen algunos vasos sanguíneos y linfáticos, produciendo una reacción inflamatoria que conlleva a que parte de la linfa se filtre en dicha cavidad.

La formación de seromas, aunque se presenta como una complicación que es fácil de manejar, puede interferir de forma negativa en el resultado de cualquier intervención; por eso es primordial diagnosticar y tratar lo más pronto posible.

¿Cómo se diagnostican los seromas?

Parte de saber qué son seromas, es saber como se diagnostica; en este caso, el diagnóstico debe hacerse en el post-operatorio. Muchas veces es suficiente con la observación y la exploración adecuada del paciente, allí es cuando el cirujano se asegura de que la herida se encuentra en buen estado, y que no hay ningún tipo de alteración en la piel (hinchazón o bulto).

Además, puede realizar pruebas complementarias para comprobar la presencia de seromas, y una de las más comunes es la ecografía. Esta técnica no invasiva y de bajo coste le permite visualizar la existencia de líquido acumulado en la zona afectada. O si el caso es más complicado, puede aplicar una tomografía computarizada.

Complicaciones de los seromas

Los seromas en el mayor de los casos pueden solucionarse en poco tiempo; no obstante, sin el diagnóstico precoz, puede dar lugar a futuras complicaciones, y una de las más importantes es la infección.

En este caso como el líquido permanece en una cavidad, se desarrolla un absceso, el cual contiene gran cantidad de material purulento con características infecciosas que supura a través de la herida.

Otra de las complicaciones que puede aparecer es el encapsulamiento del seroma; lo que ocurre allí es que el fluido acumulado se endurece, por lo que es más difícil eliminarlo. De esta forma, el seroma puede hacer que los resultados de una cirugía se alteren; ya que, por ejemplo, un seroma encapsulado se forma luego de colocar los implantes mamarios, este puede hacer que el implante se desplace de su sitio.

¿Cómo tratar los seromas?

El tratamiento de los seromas va a depender del tamaño y de la repercusión que pueda tener en la cirugía; netamente será necesario cuando exista una gran acumulación de líquidos o si surge inflamación y dolor, ya que, en los casos más leves, el cuerpo es capaz de reabsorber el exceso de fluidos.

Tratamientos médicos

Cuando es necesario implementar un tratamiento médico; la técnica a realizar es removiendo los fluidos con una jeringa o mediante un drenaje quirúrgico, que es un tubo pequeño insertado en la piel directamente hasta el seroma, el cual facilita la extracción del líquido.

En cuanto al seroma encapsulado, el tratamiento es más complicado, ya que puede ser necesaria la implementación de corticosteroides o de cirugía para su total remoción.

Por otro lado, el uso de la ultracavitación (ultrasonido de alta potencia) también es un método eficiente para alcanzar la región a tratar, y así estimular la eliminación del fluido.

Para aliviar el dolor, el especialista puede prescribir medicamentos antiinflamatorios y analgésicos como por ejemplo el ibuprofeno o el paracetamol, y en caso de infección el tratamiento generalmente se realiza a base de antibióticos prescritos.

Tratamientos en casa

Los tratamientos en el hogar, tienen como objetivo prevenir el desarrollo de los seromas o combatirlo apenas se produzcan las primeras señales.

Una de las opciones caseras, pero que es altamente recomendada por los cirujanos es el uso compresas o geles como el Gel Post-operatorio CIRULAB que pueden ser colocados en la cicatriz, ya que ayudan a acelerar el proceso de cicatrización, reduciendo la inflamación que normalmente aparece después del procedimiento quirúrgico.

Asimismo, otra opción puede ser el uso de fajas compresoras especializadas, lo cual dependerá del tipo de intervención quirúrgica; generalmente están indicadas para cirugías en el abdomen y en las cesáreas.

Como medida complementaria también recomiendan el consumo de alimentos que estimulan y facilitan el proceso de cicatrización como por ejemplo la piña, las naranjas, y las zanahorias.

Conclusión

En resumen, aplicar medidas preventivas tiene mayor peso que los tratamientos en sí; sin embargo, en mucho de los casos es inevitable el desarrollo de los seromas, por esta razón se debe siempre consultar con un especialista ante las primeras señales (bultos, piel rojiza y sensible), y si se torna más complicado, acudir con urgencia para tratarlos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *